martes, 5 de abril de 2011

El enano gruñón

Después de haber leido las dos primeras entradas, puede dar la sensación de que este Blog va a tratar de mi mismo y de mis penas. Y mira, si tengo ganas de ello, de ello tratará, que un Blog debería de ser como un diario con la única diferencia de que no lo metes en un cajón cerrado con llave para que nadie lo lea sino que, en un concepto muy kamikaze de la teoría de la confesión, uno lo deja abierto y en medio de una estación de Metro. Para que se lo lea todo Dios que pase.

Pero a pesar de que a veces vaya a tratarlo como un diario para sacar mis propios temas, ya que el concepto básico de Blog es dejarlo abierto a la mirada de cualquiera que sea tan loco o esté tan aburrido como para leerlo, he de pensar más allá e imaginarme esto como algo que va a ser leido por otros. Y esos otros, a no ser que sean unos frikies de los de vivir perpetuamente en el sotano de su casa navegando por Internet, no dedicarán demasiado tiempo a la lectura de un Blog lleno de las penas interiores de alguien a quien no conocen. Así que, repito, he de pensar más allá.

"Think big", dicen los americanos como muestra de que ellos siempre van más allá. "Think big", te dicen, y de un garage te fundan Apple. "Think Big", te dicen, y te bombardean Bagdad.

Así que pensaré en grande y no me dedicaré a la pequeña, intima y reducida tarea de contar mis penas. Sino que me dedicaré a la pequeña, intima y reducida tarea de meterme con todo lo que pueda y de ser tan crítico con todo como me sea posible. Crítico, ácido, cínico, sarcástico. Hmmm... esdrújulo. Vamos, un jodón.

Una especie del enano gruñón de la Blancanieves de Disney, ese tipo que tenía una fortuna en oro y diamantes sacados de una mina, vivía con sus colegas en una casa apacible en el bosque, tenía a una Princesa como criada pero se la pasaba quejándose. Oye, que qué demonios, que si sacas oro y diamantes de una mina como forma de vida tampoco veo yo el motivo para quejarse tanto. Que si le molestaban los colegas haberse hecho un bungalow privado.

Así que este Blog de un perdedor será también el Blog de un gruñón. Y es que ambas cosas no están demasiado alejadas la una de la otra. Que ser un perdedor te amarga el caracter.

Y que ahora, pensándolo bien, quizá el enano gruñón también era un perdedor y eso le dejó el caracter hecho unos zorros.

Tendré que investigarlo más.

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