sábado, 16 de abril de 2011

El amigo extravagante


LLevo hoy el día un tanto asustado. Resulta que leo la prensa (lo que, en los tiempos que corren, es como aplicarse un cilicio para sufrir un poco más de lo que ya se sufre) y me entero que estoy de acuerdo en algo, aunque sea en lo único, con uno de los personajes más raros del planeta: Don José María Aznar.

Sí, Aznar, el tipo ese que se sacó la foto de las Azores muy orgulloso de las compañías (malas) que frecuentaba. El mismo que en visperas de elecciones hablaba catalán "en la intimidad" y luego atacaba todo lo que pasaba a este lado del Ebro. El mismo de las "dos vías de investigación" y el "ha sido ETA". El de las clases magistrales en inglés chapurreado o el castellano hablado con acento de Speedy Gonzalez borracho. Ese Aznar, sí.

Pues resulta que el hombre ha dado otra de sus clases magistrales en la Universidad de Columbia que, por cierto, si me preguntais, en vista de los oradores que acuden es una Universidad a la que nunca mandaría a un hijo mío, y esa clase magistral ha quedado grabada por una cámara. Que quizá el hombre ni sabía que estaba allí.

En esa clase magistral, el Presidente de Honor del Partido Popular ha criticado a los paises occidentales por los ataques a Libia y ha calificado a Gadafi como "amigo extravagante" de Occidente. Si sabrá él de extravagancias, oye.

El amigo Jose Mari ha recordado que Gadafi es una especie de chaquetero que en cuanto vió la que le podía caer encima en el 2003, decidió dejar de lado sus veleidades terroristas para pasarse completamente al lado Occidental, acabando con sus programas de armas nucleares y químicas y empezando a trabajar contra el terrorismo islamista. Una joya, vamos. Pero "nuestra" joya.

Pero la idea del buen amigo Jose Mari es simple (qué demonios, nunca ha sido un tipo muy profundo): si Occidente trata así a sus amigos, por muy extravagantes y dictatoriales que estos sean, qué clase de imagen están dando al mundo?

Por desgracia, y esto me da miedo, mucho miedo, estoy de acuerdo con Aznar. Hasta ahora quienes han caido en estas revueltas por la "libertad" arabes? Pues Ben Alí de Tunez y Hosny Mubarak de Egipto, dos dictadores tan dictadores como cualquier dictador, pero amigos de Occidente. Ahora está Gadafi, el "amigo extravagante", metido en una guerra civil con él por un lado, unos rebeldes que nadie sabe quien son por el otro, y la OTAN que bombardea todo lo que se mueve, sin saber muy bien quien recibe la hostia.

Mientras tanto, las protestas populares en Siria o en Irán, regímenes dictatoriales contrarios a Occidente, no han recibido el más mínimo apoyo ni de la OTAN, ni de Europa, ni de la ONU ni de nadie en absoluto. Así que Occidente da la sensación de pagarle a sus amigos "feos" con una bofetada en la cara, mientras que a sus enemigos igual de "feos" les ignora, no sea que se molesten.

Nuevamente, algo se me escapa. En Libia, el número dos de Al Qaeda, Eiman al Sawahiri, el amiguete de Bin Laden, ha instado a su gente y al pueblo libio a luchar contra Gadafi. Con lo que ahora resulta que la OTAN le está dando cobertura aerea a Al Qaeda, cosa bastante sorprendente para una mente simple como la mía. Y el mismo al Sawahiri ha ordenado a su gente en Egipto y en Tunez que luchen por instaurar un estado islámico en esos paises.

Así que, de pronto, con el apoyo de Occidente y de las bombas de la OTAN, podemos encontrarnos con que 3 dictadores esperpénticos pero amiguetes son substituidos por 3 nuevos dictadores, esperpénticos de seguro, pero que nos odiarán con celo fanático, a pesar de que nuestro dinero, presiones y bombas les habrán colocado en su sillón.

Lo entiende alguien? A qué viene este celo occidental por echar a los amigos "extravagantes" como sea, sin pensar en quien está detrás de esos movimientos? Que las cosas se le han escapado de las manos a los servicios secretos occidentales, cosa ya bastante habitual, es obvio. Que no tenían ni idea de lo que se estaba cociendo, está claro. Pero que la reacción ante la sorpresa inicial haya sido tan absurda como para llegar a bombardear a un "aliado", en defensa de una gente que huele a Al Qaeda a 100 millas, raya lo esperpéntico.

A ver si al final los extravagantes vamos a ser nosotros?

Como sea, seguiré teniendo un mal día. He descubierto que puedo estar de acuerdo con Aznar en al menos una cosa. Y eso no puede ser bueno.

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